El cierre del domingo en la ciudad de Orán nos deja una preocupación grande en materia de inseguridad.
Durante la cuarentena desde las 12 de la noche en adelante se logra, sobre todo en la zona vallada del centro, una casi total soledad en estas calles, algo que se empezó a transformarse en una boca el lobo, para los dueños de lo ajeno.
Pero en los barrios y en las calles no valladas se nota mayor circulación de personas hasta altas horas de la madrugada, entre los más divisados son los muchachos que van de a dos en las motos, buscando muchos de estos, alguna desprevenida victima para hacer realidad el arrebato de elementos