Un can antinarcóticos dio la señal de alarma a una patrulla de la Policía Federal que había detenido la marcha de un camión, de origen correntino, que hacía el trayecto entre la ciudad de Orán y la provincia de Buenos Aires. El transporte, equipado con una caja térmica, estaba sellado, pero aun así el perro marcó la posible presencia de sustancias prohibidas.
Inmediatamente, los policías federales solicitaron a la Justicia Federal una orden para abrir la caja del camión y se encontraron con una carga de más de 700 cajones de bananas oranenses.
Sin embargo, el can volvió a marcar de manera insistente, lo que indicaba la posible existencia de cocaína. Fue entonces que los efectivos comenzaron a abrir algunos cajones señalados por el perro. Al retirar las bananas, en varios de los cajones comenzaron a aparecer ladrillos de cocaína, que se llegaron a contar hasta 150.
Esta modalidad de esconder droga en esta fruta, aparentemente inofensiva, no se utilizaba desde hacía varios años, tras el resonante operativo conocido como "Bananas Blancas". Voceros del procedimiento no descartaban anoche que se tratara de uno de los secuestros de cocaína más grandes en la provincia de Santiago del Estero.
Según detallaron, se incautaron más de 150 kilos de cocaína de máxima pureza. La droga fue trasladada bajo un fuerte operativo de seguridad a cargo de la delegación Santiago del Estero de la Policía Federal.
Todo comenzó cuando los federales, que realizaban un control de rutina sobre la ruta nacional 34, en jurisdicción de Pozo Hondo.
El camión, con la inscripción El Casereño S.A., de Monte Caseros (Corrientes), llegó a la sede de la Policía Federal en la capital santiagueña durante la madrugada, escoltado por un importante despliegue de seguridad.
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